Los implantes de Microchips son dispositivos de circuito integrado de identificación por radiofrecuencia encapsulado en vidrio de silicato que puede ser implantado en el cuerpo humano.
Estos implantes llevan almacenado un código de identificación único vinculado a un tipo de información como datos de identificación personal, antecedentes penales, alergias y otros. Sea cual sea la información ésta estará almacenada en una base de datos externa.
En general, los implantes permiten agilizar tareas cotidianas como encender la luz, abrir puertas, pagar servicios, realizar llamadas, montar ascensores, encender equipos, activar sistemas, etc.
Razones para tener temor
Esta tecnología comienza a abrirse paso por su versatilidad, no es visible a simple vista y se monitorea por sistemas satelitales. Esto le brinda un enorme potencial para la localización e incluso la comunicación, si fuese el caso.
Por ahora sirve para funciones de lenguajes básicos como el almacenamiento de información sobre identidad, condiciones de salud, información sobre los servicios financieros. Pero en el futuro muy cercano, con los aportes de la nanotecnología y la cibernética, pueden servir para muchas otras cosas, aún inimaginables.
Por esa razón, la implementación de los microchips se ha visto con recelo y lejos de celebrarse, muchos observadores han alertado sobre sus riesgos. Entre ellos, la posibilidad de que sirvan para el control humano, pudiendo incluso, darle a sus operadores la facultad de hasta matar al usuario.
Las fases de prueba generan dudas sobre los materiales que son empleados en su fabricación y los posibles conflictos de compatibilidad con el cuerpo humano. En general, se estima que no han sido suficientes los días para medir la seguridad de estos implantes.
Otro aspecto aún no resuelto tiene que ver con la infalibilidad del sistema de seguridad que administra la información de éstas unidades. Los sistemas informáticos son atacados con mucha frecuencia y puede darse el caso de que nuestra información sea robada para duplicar identidades. También, podría suceder que ellos sirvan por si sólo para colocar en otras personas identidades que no le pertenecen sin que pueda ser autentificado.
El fin del libre albedrío con los implantes de microchips
El implante de microchips sería el sueño de los regímenes totalitarios para la detección y localización de sus ciudadanos. No excluyendo la posibilidad de entrar en sus mentes, espiar sus ambientes, escucharles y saber sobre sus relaciones y actividades.
También tienen el potencial para ser programados y provocar el colapso del cuerpo y desencadenar la muerte a una edad determinada. Brindándole a los gobiernos el control total sobre la planificación de la seguridad social.
Los gobiernos puede controlar a sus ciudadanos tras la amenaza de colapsar sus cuerpos, para que cumplan actividades de carácter obligatorio. Podrían también controlar la maternidad y muchos otros aspectos socioculturales que hasta el momento son consideradas derechos individuales.
Una visión optimista
A pesar de esta visión apocalíptica, el uso de los implantes de microchips pueden ser un gran aliado para el bienestar del ser humano.
En el campo de la seguridad privada nos permitirá monitorear el desplazamiento de las personas y sus condiciones de salud. Lo que puede producir respuestas inmediatas y acertadas que garantizan la seguridad y la salud de los portadores.
En un futuro no muy lejano, los implantes pueden suministrar medicamentos, servir como base operativa para procedimientos quirúrgicos. Podrían estimular la producción de hormonas, controlar ciclos epilépticos, psicóticos, reducir el consumo de drogas y un sin fin de aplicaciones en la salud.
Con respecto a la seguridad pública, los implantes pueden ayudar a controlar los movimientos de los enfermos sexuales, depredadores infantiles y el cumplimiento de sentencias. Esto libraría a las comunidades de los riesgos colaterales de la libertad condicional y otras circunstancias del sistema penitenciario. Se puede monitorear el transito de los ciudadanos y cruzar información que permita la inmediata identificación de los delincuentes. Esto permite la reducción del delito
Implantes de microchips y COVID 19
Suecia creó el implante Covid, un microchip que contiene información sobre el pasaporte de vacunación y que puede ser leído por dispositivos electrónicos en toda Europa y otros países. Tiene el tamaño de un grano de arroz y su información puede ser leída por dispositivos que cuenten con el protocolo de Comunicación de Campo Cercano (NFC)